El otro día me encontré en la calle con un chico al que di clases particulares durante varios años. Ya nos habíamos visto varias veces y tengo que decir que siempre había notado mucho cariño hacia mí y un nostálgico recuerdo de nuestra época como profe-alumno. Se atrevió a decirme que tenía trabajo gracias a mí. Obviamente, tiene trabajo gracias a su fuerza de voluntad , su esfuerzo y su valía. Pero como me explicó a continuación, se refería a que supe transmitirle mi interés por el inglés, se lo hice bastante agradable y mira por donde ahora trabaja de maestro de inglés y no para de formarse para crecer profesionalmente en la docencia. No me pude ir a casa más orgullosa. Cuando te pasan estas cosas piensas que todo esfuerzo ha merecido la pena.
Dediqué 5 o 6 años a dar clases particulares de inglés a varios chicos y chicas de mi barrio. Empecé con uno pero se fue corriendo la voz y acabé con bastantes alumnos. Más de los que me permitía el poco tiempo que me dejaba la carrera y otros menesteres. Lo bueno es que estaban cerca de casa y las clases me permitían ganar un dinerito extra para los fines de semana. Yo era jovencita, acababa de empezar la carrera , pero las clases clases particulares me ayudaban a practicar aquello que más me gustaba que era enseñar, hablar inglés y de paso trabajar en algo cómodo y que me llenaba. Mis alumnos necesitaban ayuda en Secundaria, Bachiller, en la Universidad y otros ya mayores para sacarse títulos específicos. El espectro, por lo tanto, era bastante amplio y eso me hacía estar en contacto con casi todos los niveles de alumnado y de idioma.
Dar clases particulares parece algo que cualquier persona podría hacer. En realidad se trata de ayudar a aquellos alumnos que necesitan un apoyo , en mi caso , en la asignatura de inglés. Visto así , parece tarea fácil pero sin embargo requiere mucho trabajo y dedicación que a veces no se ve. A continuación pongo aquellos aspectos que a mi juicio se deben tener en cuenta para dar este tipo de clases:
- Las clases particulares no son solamente un repaso donde llegamos, abrimos el libro de clase y repetimos lo mismo que ha dicho la profesora en clase.
- Se debe ir más allá haciendo al alumno repasar lo visto, profundizar, practicar e intentar mejorar su nivel progresivamente.
- Antes de dar una clase particular debemos saber cuáles son nuestros objetivos y los de nuestros alumnos. En base a sus necesidades prepararemos la sesión.
- Al preparar la clase, debemos pensar en material adicional, actividades complementarias, tareas para casa que ayuden a profundizar lo visto en la sesión... Limitarse al libro de clase es un error.
- Además de los contenidos que deben ser repasados, debemos intentar encontrar huecos durante la clase para practicar todas las destrezas (sobretodo el oral) con actividades motivadoras y diferentes para ellos.
- Hacerlo divertido y ameno debe ser una prioridad. Probablemente, uno de los motivos por los que estamos ahí es porque nuestro alumno ha "fracasado" en esta asignatura. Y la mayoría de las veces, el fracaso se debe a la falta de motivación.
- La clase particular debe convertirse en la versión mejorada de la clase que ellos reciben en el colegio.
- Y sobretodo conseguir que LES GUSTE.
Muchos de mis alumnos en mi instituto hoy en día me dicen "tengo que buscar un profesor particular" o "¿me recomiendas clases particulares?" Yo siempre digo que sí pero con cuidado:
- Buscad un buen profesor. Con buen profesor me refiero a alguien que de verdad os pueda ayudar y que "se curre" las clases para ayudaros a mejorar ese nivel. Que se preocupe en conocer los materiales que lleváis en clase, cuáles son vuestros objetivos e ir a por ellos.
- Buscad a alguien que os haga trabajar. Pero trabajar de verdad. Que os mande faena y que sea exigente.
- No penséis que con 4 clases particulares todo está solucionado. No hay nada más absurdo que pensar que un idioma se aprende o se mejora con 4 días que venga una persona a ayudaros. Unas buenas clases particulares deben de durar un tiempo prolongado para que se pueda ver el progreso y resultado.
- "¿Mejor profe nativo?" y yo vuelvo a decir lo mismo. Que sea nativo o no no es lo importante. Lo importante es que sea bueno en su trabajo.
En conclusión: SÍ a las clases particulares. SÍ a las clases que no sean "repaso" sino que vayan más allá. SÍ a los profesores particulares que se preparan las clases como si no hubiera un mañana. SÍ a los profesores particulares que persiguen objetivos con sus alumnos y finalmente los consiguen. SÍ al esfuerzo del alumno pero también del profesor. SÍ a clases motivadoras y diferentes. Una combinación de trabajo y diversión con la finalidad de aprender y mejorar.
Ser profesor particular te permite disfrutar de la docencia en un clima más íntimo y relajante pero no por ello más fácil o con menos exigencias. Un alumno merece la misma dedicación y empeño que un grupo de 30. Lo importante es sacarles a flote.